miércoles, 5 de agosto de 2009

Toda mi vida

2 comentarios:

Jurema dijo...

Cuando el tiempo vaya mitigando el dolor de sus últimos tiempos,aprenderás a sentir la alegría de vivir en los tuyos, esos que continúan a tu lado, esos que te necesitan ahora más que nunca...
¡Es curioso¡,aunque a veces te desgarre el no poder coger su mano...Ellos, nuestros ausentes. Nunca se van.
un abrazo y una velita encendida en mi casa.

Nur dijo...

"Soñé que me hallaba un día
en lo profundo del mar:
sobre el coral que allí había
y las perlas, relucía
una tumba singular.

Acerquéme cauteloso
a aquel lugar del dolor
y leí : 'Yace en roposo
aquel amor no dichoso
pero inmenso, santo amor'.

La mano en la tumba umbría
tuve y perdí la razón.
Al despertar yo tenía
la mano trémula y fría
puesta sobre el corazón".

Rubén Darío (Nicaragua, 1867-1916)